NECESIDAD
DE SEGURIDAD
Esta
se basa principalmente en la existencia de factores de orden psicológico, que
tratan de mantener el equilibrio personal e influyen decisivamente en esta
necesidad. Desde esta perspectiva, ansiedad, mecanismos de defensa y también las diferentes teorías
sobre el estrés, van permitiendo comprender con mayor profundidad cómo la mente
humana tiene elaborado sus propios mecanismos de adaptación que le permiten
mantener el equilibrio y la armonía (sentimientos de seguridad) consigo mismo y
con el entorno.
Todas
las personas poseen una tendencia natural o innata hacia la seguridad; así
puede advertirse en el bebé que se refugia en los brazos de su madre ante la
presencia de un extraño.
La
seguridad es un sentimiento profundo,
aunque quizá no tan operativo, el “sentirse seguro” puede tener diferentes
significados para cada persona: un estado de armonía interna y externa, poseer
la sensación de tranquilidad, ser capaz de disfrutar con los demás, mantener
adecuadas interacciones con el entorno y buscar ser comprendido, apreciado y
amado.
La
ansiedad y el temor resulta ser un
estado afectivo caracterizado por un sentido de inseguridad difuso, que
responden a una percepción amenazante
indefinida o irreal.
Los
mecanismos de adaptación son reacciones
psicológicas de marcado carácter defensivo, que en cierto grado nos
protege contra la ansiedad. Su función puede ser en ocasiones fructífera,
cuando favorece una adaptación personal positiva.
NECESIDAD
DE COMUNICARSE
Una
de las características propias del ser humano es la capacidad de comunicarse
con otros para expresar los sentimientos, experiencias íntimas y necesidades,
de manera que los demás puedan participar de ellas y ayudarle a satisfacerlas.
En la comunicación hay muchos aspectos personales que la configuran, como las
expresiones corporales vehiculizan sentimientos o bien expresiones racionales
contradiciendo el mensaje propuesto. Nuestra forma de ser, nuestros gestos,
posturas, actitudes y forma de vestir, transmiten mensajes.
Cuando
la comunicación no consigue el objetivo propuesto, aparecen distorsiones que
van a influir en el buen nivel de salud.
En
una relación saludable existe una confirmación
realista sobre nosotros mismos, y de forma recíproca de los demás.
Además de un actitud de respeto que permite el desarrollo personal y la
modificación y el aprendizaje satisfactorio de la comunicación.
En
una relación directa en el proceso de la comunicación y el grado de salud
mental existen factores personales:
1.Una
percepción adecuada de los acontecimientos, que permite interpretar
correctamente el entorno.
2.La
autovaloración positiva y realista sobre uno mismo. El reconocer la propia fuerza,
no actuando de manera inferior, posibilita la expresión de la ternura,
produciendo seguridad y control sobre la propia conducta.
De
acuerdo con V. Henderson, que una de las necesidades fundamentales del ser
humano es la comunicación, ya que la distorsión de este proceso va a producir
alteraciones psicológicas importantes, debido a la misma patología del proceso de comunicación.
NECESIDAD
DE TRABAJAR Y REALIZARSE
Según
V. Henderson, todos los seres humanos tienen la necesidad de trabajar en alguna
actividad que les produzca la sensación de sentir provecho. Algunas de la
personas necesitan cierto grado de
bienestar y satisfacción, y se comprometen en alguna tarea que les parezca
interesante, productiva y que les permita sentirse realizados y obtener un
beneficio económico en orden a su propio mantenimiento. En salud mental hay
aspectos que se centrarían en esta necesidad, en la que los sentimientos de
plenitud y realización se superponen. Realizarse tiene un significado psíquico
y social preeminente contemplado desde la perspectiva de la teoría holística de
la salud que se ha tenido en consideración.
Las
personas pueden ser más o menos activas y disfrutar obteniendo satisfacciones
por la realización de su trabajo, por medio del cual además suelen expresar
talento o habilidades y obtener un fruto correspondiente al esfuerzo que han
realizado. Cuando las personas no alcanzan a conseguir de manera completa su
necesidad de sentirse realizados, aparece la frustración, este es un
sentimiento que se presenta cuando no se consiguió aquello que fue propuesto.
En
salud mental desde el ámbito amplio y globalizador, la propia realización
también hace referencia a la
constante interacción con el
medio, en el cual la referencia al trabajo en colaboración se hace obligada
como parámetro definidor del grado alcanzable de salud.
NECESIDAD
DE ACTIVIDADES RECREATIVAS
Otra
de las necesidades fundamentales de los seres humanos es jugar o participar en
diversas actividades recreativos. Participar en actividades recreativas
significa practicar actitudes encaminadas a la diversión y comprende la
capacidad de disfrutar, de poseer sentimientos positivos sobre uno mismo y
sobre los demás, y de sentir placer.
El
ser humano a lo largo de cada una de las fases del periodo evolutivo, para
vivir con plenitud y para sentirse saludable, debe ser capaz de poseer también
un sano sentimiento de alegría y de disfrutar de las cosas y de las relaciones
con sus semejantes.
Actualmente,
las actividades recreativas se conciben
con una relación directa e indisolublemente
ligada a la capacidad de consumo. Mantenernos fieles a las actividades
recreativas que nos satisfacen, según criterios y gustos personales, son sin
duda indicadores de salud mental.
NECESIDAD
DE ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS
Según
V. Henderson, “aprender", descubrir o satisfacer la curiosidad que conduce
al desarrollo y a la salud normales”, es otra de las necesidades fundamentales
propias de los seres humanos.
La
capacidad de ampliar los conocimientos puede dar a entender y resulta
indicativo, tanto de las posibilidades intelectuales como de su capacidad de
adaptación al medio, lo que nos definiría también el grado de salud mental de
una persona. La satisfacción individual de esta necesidad, estará directamente influida
o incluso mediatizada por la capacidad intelectual y el medio cultural de cada
persona. La capacidad intelectual comprenderá el correcto funcionamiento de los
órganos de los sentidos, que nos permiten captar correctamente los hechos
externos, la capacidad de utilizar la memoria, tanto para almacenar los nuevos
datos aprendidos como para evocar los adquiridos con anterioridad, y la
posibilidad de utilizar estas funciones para resolver situaciones complejas. En
este sentido un deficiente mental puede requerir toda su capacidad de
aprendizaje, para lograr desenvolverse con cierta eficacia.
muy interezante. gracias!
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