Salud Mental

Salud Mental

sábado, 4 de febrero de 2012

NECESIDADES FUNDAMENTALES SIGNIFICATIVAS EN SALUD MENTAL


NECESIDAD DE SEGURIDAD
Esta se basa principalmente en la existencia de factores de orden psicológico, que tratan de mantener el equilibrio personal e influyen decisivamente en esta necesidad. Desde esta perspectiva, ansiedad, mecanismos  de defensa y también las diferentes teorías sobre el estrés, van permitiendo comprender con mayor profundidad cómo la mente humana tiene elaborado sus propios mecanismos de adaptación que le permiten mantener el equilibrio y la armonía (sentimientos de seguridad) consigo mismo y con el entorno.
Todas las personas poseen una tendencia natural o innata hacia la seguridad; así puede advertirse en el bebé que se refugia en los brazos de su madre ante la presencia de un extraño.
La seguridad es un  sentimiento profundo, aunque quizá no tan operativo, el “sentirse seguro” puede tener diferentes significados para cada persona: un estado de armonía interna y externa, poseer la sensación de tranquilidad, ser capaz de disfrutar con los demás, mantener adecuadas interacciones con el entorno y buscar ser comprendido, apreciado y amado.
La ansiedad y el temor resulta ser  un estado afectivo caracterizado por un sentido de inseguridad difuso, que responden a una  percepción amenazante indefinida o irreal.
Los mecanismos de adaptación son reacciones  psicológicas de marcado carácter defensivo, que en cierto grado nos protege contra la ansiedad. Su función puede ser en ocasiones fructífera, cuando favorece una adaptación personal positiva.

NECESIDAD DE COMUNICARSE
Una de las características propias del ser humano es la capacidad de comunicarse con otros para expresar los sentimientos, experiencias íntimas y necesidades, de manera que los demás puedan participar de ellas y ayudarle a satisfacerlas. En la comunicación hay muchos aspectos personales que la configuran, como las expresiones corporales vehiculizan sentimientos o bien expresiones racionales contradiciendo el mensaje propuesto. Nuestra forma de ser, nuestros gestos, posturas, actitudes y forma de vestir, transmiten mensajes.
Cuando la comunicación no consigue el objetivo propuesto, aparecen distorsiones que van a influir en el buen nivel de salud.
En una relación saludable existe una confirmación  realista sobre nosotros mismos, y de forma recíproca de los demás. Además de un actitud de respeto que permite el desarrollo personal y la modificación y el aprendizaje satisfactorio de la comunicación.
En una relación directa en el proceso de la comunicación y el grado de salud mental existen factores personales:
1.Una percepción adecuada de los acontecimientos, que permite interpretar correctamente el entorno.
2.La autovaloración positiva y realista sobre uno mismo. El reconocer la propia fuerza, no actuando de manera inferior, posibilita la expresión de la ternura, produciendo seguridad y control sobre la propia conducta.
De acuerdo con V. Henderson, que una de las necesidades fundamentales del ser humano es la comunicación, ya que la distorsión de este proceso va a producir alteraciones psicológicas importantes, debido a la  misma patología del proceso de comunicación.

NECESIDAD DE TRABAJAR Y REALIZARSE
Según V. Henderson, todos los seres humanos tienen la necesidad de trabajar en alguna actividad que les produzca la sensación de sentir provecho. Algunas de la personas necesitan  cierto grado de bienestar y satisfacción, y se comprometen en alguna tarea que les parezca interesante, productiva y que les permita sentirse realizados y obtener un beneficio económico en orden a su propio mantenimiento. En salud mental hay aspectos que se centrarían en esta necesidad, en la que los sentimientos de plenitud y realización se superponen. Realizarse tiene un significado psíquico y social preeminente contemplado desde la perspectiva de la teoría holística de la salud que se ha tenido en consideración.
Las personas pueden ser más o menos activas y disfrutar obteniendo satisfacciones por la realización de su trabajo, por medio del cual además suelen expresar talento o habilidades y obtener un fruto correspondiente al esfuerzo que han realizado. Cuando las personas no alcanzan a conseguir de manera completa su necesidad de sentirse realizados, aparece la frustración, este es un sentimiento que se presenta cuando no se consiguió aquello que fue propuesto.
En salud mental desde el ámbito amplio y globalizador, la propia realización también hace referencia a la  constante  interacción con el medio, en el cual la referencia al trabajo en colaboración se hace obligada como parámetro definidor del grado alcanzable de salud.

NECESIDAD DE ACTIVIDADES RECREATIVAS
Otra de las necesidades fundamentales de los seres humanos es jugar o participar en diversas actividades recreativos. Participar en actividades recreativas significa practicar actitudes encaminadas a la diversión y comprende la capacidad de disfrutar, de poseer sentimientos positivos sobre uno mismo y sobre los demás, y de sentir placer.
El ser humano a lo largo de cada una de las fases del periodo evolutivo, para vivir con plenitud y para sentirse saludable, debe ser capaz de poseer también un sano sentimiento de alegría y de disfrutar de las cosas y de las relaciones con sus semejantes.
Actualmente, las actividades recreativas  se conciben con una relación directa  e indisolublemente ligada a la capacidad de consumo. Mantenernos fieles a las actividades recreativas que nos satisfacen, según criterios y gustos personales, son sin duda indicadores de salud mental.

NECESIDAD DE ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS
Según V. Henderson, “aprender", descubrir o satisfacer la curiosidad que conduce al desarrollo y a la salud normales”, es otra de las necesidades fundamentales propias de los seres humanos.
La capacidad de ampliar los conocimientos puede dar a entender y resulta indicativo, tanto de las posibilidades intelectuales como de su capacidad de adaptación al medio, lo que nos definiría también el grado de salud mental de una persona. La satisfacción individual de esta necesidad, estará directamente influida o incluso mediatizada por la capacidad intelectual y el medio cultural de cada persona. La capacidad intelectual comprenderá el correcto funcionamiento de los órganos de los sentidos, que nos permiten captar correctamente los hechos externos, la capacidad de utilizar la memoria, tanto para almacenar los nuevos datos aprendidos como para evocar los adquiridos con anterioridad, y la posibilidad de utilizar estas funciones para resolver situaciones complejas. En este sentido un deficiente mental puede requerir toda su capacidad de aprendizaje, para lograr desenvolverse con cierta eficacia.

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